ESTRECHOS DEL RÍO EBRÓN

Los estrechos del río Ebrón 

7 Septiembre 2010

El río Ebrón es un afluente del río Turia. Se encuentran en la provincia de Teruel, en Tormón en la Sierra de Albarracín.

Desnivel de 200m en unos 10km.

Hoy hemos atravesado  tres comunidades autónomas, desde Valencia, hemos pasado a Cuenca luego de nuevo a Valencia (Ademúz) y Teruel, donde está el desfiladero del río Ebrón.

Nos aproximamos a la zona y el coche tenemos que dejarlo ya que  el río atraviesa el camino y no tenemos seguridad de poder cruzar  el río sin problemas. Dejamos el coche y  comenzamos la ruta que une a El Cuervo con  Tormón, camino recientemente recuperado.

El camino es muy hermoso, y con una vegetación  variada Sabinas, pinos, nogales, espliegos, escaramujo, ajedreas, ajenjos... Vemos la transparencia de las aguas y las truchas en él, los helechos le dan un color  precioso, indecible. Y fósiles en el camino.

Puente Natural.

 Hago muchas fotos, vamos rodeados de paredes, caminando por las hoces del río, son algo más de las 4 y el sol les da un tono rojizo asalmonado.

Al llegar al puente natural de Fonseca, seguimos unos metros para ver el paisaje, pero retrocedemos y nos metemos en el río bajo el puente. Caminando río arriba.

 Ahí caminamos por el agua, no hay demasiada profundidad, la zona más comprometida nos permite alzar las manos y no mojar la mochila, la transparencia del agua, saber donde vamos poniendo los pies, excepto en las zonas de saltos o escalones. Pasamos por los estrechos de Cañamar.

Continuamos hasta un molino y una cascada al final de nuestra ruta en Tormón, en circunstancias normales nos hubiésemos hecho una foto bajo el agua, pero ha sido precioso y vamos un poco congeladas ya que los escarpines no han sido suficientes para protegernos de las frías aguas del Ebrón. También hambrientas, sacamos los bocatas. Son las ocho.

Barra de labios, moradito natural.

En Tormón, nos hacemos leche con cacao y unas partidas de cartas mientras recuperamos calorías.

El regreso por encima del puente 55' más y en el coche.

A la vuelta, un par de gazapos de liebre nos avisan de que estamos en el monte. Las estrellas tienen un brillo especial por la poca contaminación lumínica. Se escucha alguna chicharra.

Gracias, Paco por enseñarnos este barranco tan bonito.